El 14 de diciembre se presentaron los resultados de la segunda edición de la Investigación Acción Participativa A todo Color 2.0. El acto, en formato virtual, fue presentado por el presidente de la Liga Española de la Educación, Victorino Mayoral, y contó con la presencia de Lucía Losoviz, directora general de Derechos de la Infancia y Adolescencia.
En su intervención inaugural, Victorino Mayoral recordó las señas de identidad de la Liga en todas sus acciones: solidaridad, laicidad y ciudadanía, “pero también la interculturalidad” como reconocimiento a la diversidad. Concepto este, íntimamente ligado a la investigación-acción presentada y que está protagonizada por personas que han emigrado a España desde países extracomunitarios.
Destacó Mayoral la preocupación de la Liga respecto a los discursos de odio por lo que abogó por la generación de nuevas narrativas en favor de la diversidad y la inclusión plena de niños, niñas y adolescentes inmigrantes. En este sentido, consideró “muy acertado el enfoque del planteamiento de la investigación-acción a partir del elemento securitario” y criticó las expresiones autoritarias de líderes populistas que se basan en la demagogia frente a la “seguridad con perspectiva humanista”. Es decir, los recursos de un estado de bienestar.
A continuación intervino Lucía Losoviz, quien consideró el trabajo presentado “una investigación clave para ir en contra de la intolerancia”. Se felicitó la directora general de Derechos de la Infancia y Adolescencia porque gracias a la Convención sobre los derechos del niño, así como a la Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, aprobada el pasado año, “tenemos un marco institucional para proteger de cualquier violencia a niños, niñas y adolescentes que vienen de otros países”.
Quiso hacer hincapié Losoviz en las “sinergias”, en el trabajo conjunto que se realiza desde la Dirección General de Derechos de la Infancia y Adolescencia. Así destacó tres pilares. En primer lugar, la garantía infantil europea, que reduce la pobreza entre niños, niñas y adolescentes migrantes. En segundo lugar, el trabajo realizado en modelos de contingencias migratorias, que permite crear un proceso de capacitación para quienes trabajan con estos niños, niñas y adolescentes. Y, por último, la estrategia común contra la violencia. Todo ello con perspectiva de equidad territorial.
ACCIÓN Y PARTICIPACIÓN
Tras esta inauguración se desarrollaron dos bloques. En primer lugar, la presentación de resultados y posteriormente, una mesa de diálogo con tres personas migrantes. La primera parte fue presentada por Juan Ramón Lagunilla Alonso, secretario general de la Liga Española de la Educación y la Cultura Popular, quien destacó que los verdaderos protagonistas del proyecto son personas extracomunitarias. Explicó que el objetivo es conocer la percepción de estas personas y promover un proceso narrativo para favorecer su integración. Asimismo explicó que la investigación es realmente una “acción participativa” porque hay “acción y participación” de los protagonistas y no solo de los investigadores.
Lagunilla presentó a Laura Fuertes Mato y Álvaro Martínez García-Salmones, los investigadores que han llevado a cabo el trabajo, “un proyecto complejo”, en palabras de Laura Fuertes, que pasó a desarrollar los contenidos. Así, desgranó los cuatro enfoques del proyecto: ético, de seguridad humana, de participación y de comunicación. Del enfoque ético destacó que la investigación evita la instrumentalización de las personas migradas y que se ha realizado un ejercicio de estudiar “con” las personas migradas, no “acerca” de esas personas.
Respecto a la seguridad humana, puso a esta en el centro de un escenario con tres perspectivas: macro, meso y micro y que irían desde el acceso igualitario hasta el bienestar subjetivo, pasando por la discriminación interpersonal, el capital social y las condiciones socioeconómicas.
Sobre la participación, Laura Fuertes desarrolló las tres fases con sus objetivos y la metodología del estudio. Estos objetivos serían: elaborar un diagnóstico de las percepciones de a población mirada en España; facilitar espacios de diálogo intercultural y reflexión crítica; fomentar la participación activa para la transformación social y generar sensibilización y conocimiento sobre la realidad de las personas migrantes.
El método ha sido “a pie de calle”. Se han realizado 400 cuestionarios en Andalucía, Madrid, Castilla y León y Extremadura; 25 entrevistas en profundidad a 30 personas de Madrid, Murcia, Valladolid y Valencia y tres grupos de discusión con 30 participantes en Murcia, Valladolid y Jaén.
Con los resultados en bruto, se realizó el posterior diagnóstico, que Álvaro Martínez resumió. Un diagnóstico que cuenta con tres patas: percepciones sobre la sociedad de acogida (observar lo social desde lo individual); redes y participación (conectar lo individual y lo social); y seguridad humana (entender la influencia de lo social en el bienestar).
LAS ONG DAN CONFIANZA
Se podría destacar de entre las maneras de percibir la desigualdad, que a mayor vulnerabilidad, mayor es la percepción de de la desventaja en el acceso a recursos. En este escenario, llama la atención el dato sobre la “confianza en las instituciones”. Entre policía, Gobierno de España y las ONG, en todos los tramos, son las organizaciones no gubernamentales las que más confianza ofrecen a las personas migradas. Con todo, como conclusión general, destacó Álvaro Martínez que todo es un “círculo vicioso”: seguridad, irregularidad, vulnerabilidad, precariedad laboral, exclusión… con un centro que no se puede olvidar, el género, porque las mujeres tienen aún más dificultades.
Las propuestas a las que llevan el estudio se resumen en 11 titulares:
- Regularización.
- Acceso a la vivienda.
- Protección legal.
- Información accesible sobre recursos públicos.
- Medios de comunicación libres de estigmatización.
- Programas de atención emancipadores.
- Formación dirigida a población migrada.
- Participación activa en la toma de decisiones.
- Fomento de la igualdad de género.
- Educación para el conjunto de la sociedad.
- (Re) conocimiento mutuo y diálogo.
“TENEMOS QUE COMPARTIR LA VIDA”
El segundo bloque del acto, la mesa de diálogo, fue presentado y moderado por María José Fernández Tendero, secretaria del área de Inmigración e Interculturalidad de la Liga, y en ella participaron Yae Kum Chang, de Corea, voluntaria de Acción Social la Roca y participante en el estudio; Vladimir Paspuel, presidente de la asociación Rumiñahui; y Aminou Aboubakar , de Camerún y también participante en el estudio.
María José Fernández, en su presentación destacó que “todos compartimos el mismo espacio, así que tenemos que compartir la vida” y lanzó tres cuestiones de debate basadas en las líneas generales del trabajo de investigación.
En primer lugar preguntó si había discriminación hacia los inmigrantes, sobre lo que Aboubakar recordó que en España el 11% de los habitantes son migrantes, “por lo que si nos entre nosotros sería algo grande” y es que no entiende Aboubakar algo que le resulta “muy preocupante”, y es que muchos migrantes se alinean con ideologías intolerantes y machistas. Además criticó al conservadurismo español que, como en Italia, se aferra a las posiciones más racistas.
La segunda cuestión planteada se refirió a los factores que influyen más en la seguridad de las personas migradas, sobre cuáles son sus apoyos y sus barreras. A juicio de Vladimir Paspuel, lo fundamental para la seguridad es el trabajo y los papeles. Por su parte, Yae Kum destacó que las mujeres son las primeras que se aventuran a salir de sus países, siendo las más vulnerables porque muchas vienen engañadas y caen en manos de mafias de explotación laboral, sexual…
El tercer interrogante se refirió a qué puede hacerse desde las instituciones, desde las ONG o desde la población en general. Yae Kum lo tuvo clarísimo: “fomento de la educación sobre la multiculturalidad, mayor sensibilización y creación de espacios”, además de animar a la juventud a involucrarse en el voluntariado desde las ONG, lo cual implica crear redes de apoyo. Aboubakar también fue contundente: “las administraciones deben regularizar a cualquier migrante, pero no como una limosna, sino como un derecho”; a la sociedad cree que hay que recordarla que “todos somos parte de un todo”. Por su parte Vladimir Paspuel reivindicó una ley educativa estatal, la revisión de los contenidos curriculares, formación a policías en sensibilidad, así como una atención personalizada por parte del Ministerio del Interior. Además, recordó que en 2023 habrá elecciones por lo que animó a los residentes a registrarse y votar por quienes respetan los derechos humanos.
Por último, Victorino Mayoral intervino para animar “a trabajar en red”, como en su momento apuntó Paspuel, entre autóctonos y migrantes, “una red cívica intercultural de personas de procedencias diferentes, porque somos todos ciudadanos y, por tanto, iguales”, concluyó.