Los estatutos de Liga de la Educación incluyen entre sus fines “promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el ámbito educativo, familiar y comunitario”, así como “promover el respeto a la diversidad sexual y la no discriminación por motivo de orientación sexual e identidad sexual”.

En el desarrollo de ambas finalidades incluimos la perspectiva de género de forma transversal en su funcionamiento y en el desarrollo de sus programas. Para ello, hemos puesto en marcha un Plan de Igualdad que garantice en su ámbito laboral y de representación la aplicación efectiva del principio de igualdad entre hombres y mujeres.

Además, desde nuestras acciones en apoyo a la escuela pública nos implicamos en tres aspectos básicos relativos a la educación formal:

  • Exigir una adecuada formación del profesorado en las cuestiones referidas a la igualdad entre hombres y mujeres, la prevención de la violencia de género y los diversos aspectos de la igualdad de oportunidades.
  • Dar visibilidad a las aportaciones de las mujeres en los diversos campos del saber incluyéndolas en los libros de texto y materiales didácticos para el currículo de las diversas materias.
  • Aplicar a los planes de convivencia de los centros educativos la perspectiva de género de forma que la gestión de los espacios y de las actividades escolares y extraescolares convierta el centro en un espacio de y para la igualdad de género, el respeto y la no discriminación.

En la promoción de la educación cívica para una convivencia democrática dentro del respeto a los Derechos Humanos nos comprometemos en todos nuestros programas a:

    • Sensibilizar sobre las actitudes y conductas indicadoras de machismo, homofobia, xenofobia, entre otras, y proporcionar habilidades para enfrentarlas o superarlas.
  • Apoyar aquellas causas y movimientos sociales que luchen por la igualdad efectiva de derechos entre hombres y mujeres y por el respeto a la diversidad.
  • Promover el rechazo de los actos que atenten contra la integridad física, psicológica y moral de la persona y especialmente la violencia de género.

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