El proyecto Servicio Integral de Apoyo contra el Racismo (SIAR) concluye su primer año de ejecución consolidándose como un recurso clave para la prevención del racismo, la xenofobia y los delitos de odio, así como para el acompañamiento integral a personas migrantes nacionales de terceros países víctimas de discriminación. Impulsado por la Liga Española de la Educación y la Cultura Popular y cofinanciado por el Fondo Social Europeo Plus, SIAR ha desplegado una intervención especializada basada en la defensa de los derechos humanos, el enfoque psicosocial, el acompañamiento jurídico y la perspectiva de género.
Durante 2025, el programa ha desarrollado actuaciones en Madrid, Cáceres, Murcia, Jaén, Sevilla y Gran Canaria, combinando acciones de detección y seguimiento de incidentes racistas, acompañamiento psicosocial y jurídico. Esta implantación territorial ha permitido dar respuestas ajustadas a contextos diversos, reforzando la coordinación interinstitucional y acercando recursos especializados a personas que, en muchos casos, se encontraban en situaciones de especial vulnerabilidad.
Uno de los principales aportes del proyecto ha sido su contribución para combatir la infradenuncia de los delitos de odio, a través de una atención cercana, accesible y adaptada a las necesidades de cada persona. El acompañamiento jurídico y psicosocial ha facilitado procesos de recuperación emocional, fortalecimiento de la autoestima y acceso efectivo a derechos, respetando siempre los ritmos y decisiones de las personas atendidas, incluidas aquellas que optaron por no recurrir a la vía judicial.
SIAR ha puesto en el centro a las personas, priorizando metodologías participativas y comunitarias que favorecen la construcción de confianza. Especial relevancia ha tenido el trabajo con mujeres migrantes víctimas de delitos de odio, abordando la doble discriminación por razón de género y origen, y promoviendo espacios seguros de apoyo mutuo y empoderamiento.
Aunque, como todo programa de nueva implantación, SIAR ha afrontado retos propios de la fase inicial, el balance global del año es claramente positivo. El trabajo realizado ha sentado bases sólidas para la continuidad del servicio, ha fortalecido las capacidades de los equipos y ha mejorado el acceso a apoyos especializados para personas migrantes víctimas de racismo y discriminación.
Con este cierre de año, el proyecto SIAR reafirma su compromiso con una sociedad más justa e inclusiva, en la que ninguna persona quede sola frente al odio, y en la que la prevención, el acompañamiento y el acceso efectivo a derechos sean pilares fundamentales de la convivencia democrática.
