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LAS LÁGRIMAS DE OUALIDA

Martes 07/02/2023 son la 9:20 horas , me encuentro en el espacio que el programa CAI , gestionado por la Liga Española de la Educación y la Cultura Popular y cofinanciado por la Dirección General de Atención Humanitaria e Inclusión Social de la Inmigración dependiente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y fondos de la Unión Europea, ocupa en Navalmoral de la Mata(Cáceres), la puerta se abre y aparece la primera de las usuarias .

  • Buenos días Oualida.
  • Buenos días Lola.

El saludo ha sido como el de cada día que nos encontramos pero me doy cuenta que el tono de su voz hoy es diferente, casi apagado.

  • ¿Qué te sucede Oualida?

Las lágrimas comienzan a aparecer por todo su rostro, ese rostro que siempre me ha llamado la atención. Sus ojos trasmiten una enorme tristeza, pocas veces he visto reír a Oualida, sonreír si pero nunca una carcajada.

Me siento a su lado, le tomo las manos, ella levanta su cabeza me mira y me dice “no sabemos nada de nuestras familias”.

Pasados unos minutos, algo más tranquila empieza a contarme: tú sabes que somos de Siria, que llevamos cinco años en España, como refugiados, llegamos desde Líbano.

  • ¿Y por qué estabais en Líbano?, le pregunto.
  • Toda mi familia y la de mi marido vivíamos en Alepo, vivíamos bien, mi marido trabajaba en la construcción pero comenzó la guerra en Siria y todo cambió, era un infierno, nuestra población como en todo mi país era atacada por el ejército o por otros grupos de soldados, caían bombas, sacaban a las familias de sus casas y ya no regresaban jamás, o los mataban en sus casas.
    Un día toda la familia, la mía y la de mi marido, decidimos salir de Siria, sólo mi hermano y su mujer que son profesores en Damasco, se quedaron. Nuestra idea era pasar a Turquía, era un viaje difícil pero lo intentamos, en el caminos nos atacaron (nos disparaban), nos escondimos y caminábamos por la noche cuando estábamos cerca de la frontera de Turquía, comenzaron a caer muchas bombas, el grupo se separó. Mi padre, mi madre y algunos familiares continuaron, otros dimos la vuelta y nos dirigimos a Líbano después de muchos días y pasar mucho miedo llegamos a un lugar donde había muchas personas de mi país (era un campo para refugiados y refugiadas). Allí estuvimos casi cinco años, las condiciones eran muy muy malas, faltaba comida, el agua, medicinas…, muchas personas morían por el frio, enfermedades por muchas cosas. Pasado un tiempo tuvimos noticias de la familia y casi todos lograron llegar a Turquía, entre ellos mi madre y mi padre, otros no lograron llegar, estaban en una población muy cerca de Adana.
    Nosotros desde el campamento vinimos a España. Hace cinco años llegamos a Madrid junto a más personas del campamento. Desde el aeropuerto nos trajeron en furgonetas a Navalmoral a varias familias y al resto a otros lugares de España.
    Recuerdo que no logramos dormir una noche entera hasta pasados unos meses por el miedo, el desconocimiento del idioma, la desconfianza… Poco a poco todo fue cambiando, ahora vivimos tranquilos; mis hijos (tengo cuatro hijos varones) enseguida empezaron a ir al colegio e hicieron amigos/as; mi marido comenzó a trabajar en el campo y ahora trabaja en todo lo que le sale. Aún así la tristeza también vive con nosotros porque al resto de la familia no les ha ido tan bien.
    Una hermana de mi marido y su familia murieron en el campamento de Turquía y los que lograron llegar a Adana viven mal ya que no hay casi comida y las casas son muy viejas y no tiene nada que ver a como se vive aquí. Encima desde el día del terremoto no logramos saber si están vivos o han muerto.

NOTA.  A fecha de hoy, 22/02/2023, Oualida ha podido contactar con sus padre y están bien aunque lo han perdido todo, están en la calle. De la familia de su marido han fallecido varios/as y otros/as están heridos. De la familia de Alepo ya no queda nadie.