Mi nombre es Justime y soy de Haití.
Yo emigré para buscar una vida mejor para mi economía y en derechos sociales. No me gustaría volver de momento a mi país porque con mis papeles si voy no puedo volver otra vez a España.
He estado trabajando en el ALCAMPO haciendo cajas un mes y medio, pero lo tuve que dejar para poder estudiar la ESO e informática. Tendré que seguir trabajando para mandar dinero a mi madre. Querría trabajar como electricista o camarero si es necesario.
Vivo en una casa de acogida del Ayuntamiento de Fuenlabrada. Somos 6 hombres de 20 a 35 años de Marruecos, Haití , Nigeria, Guinea Ecuatorial y Perú, y nos llevamos todos muy bien y nos ayudamos mucho.
Los martes tenemos reunión con los responsables de la asociación San Ricardo Pampuri.
Mi padre está aquí pero vive con otra mujer y sus hijas y no quiere saber nada de mí. Me gustaría traerme a mis hermanas y a mi madre, porque las hecho mucho de menos. Mi madre es mi mejor consuelo y es a la que le cuento mis problemas, pero ella está muy lejos.
En España no veo muchas cosas iguales a mi país. En mi país no hay ayudas para los pobres. Hay que pagar todo, la educación, los médicos….
La comunicación con mi familia es muy difícil porque ni mi madre ni mis hermanos tienen móvil, así que dependemos de que un amigo les deje un móvil para poder hablar. A mi madre le cuento todo lo que me pasa, tengo mucha confianza con ella.
Si alguien me dice que quiere venir a España, le diría que si quiere hacerlo que lo haga mejor que yo. Tiene que preguntar a su familia o redes que están aquí en España si te quieren acoger. Porque yo no quise ver que mi padre no me iba a dar la oportunidad de vivir con él.
En España me han tratado muy bien en todos los aspectos. La verdad es que no me esperaba que fuera así. Los españoles me gustan mucho, pero no me gusta que fumen.
Nunca he tenido ningún problema con mi color de piel ni con mi condición de inmigrante. En mi país también recibimos inmigrantes de ciudades de China y estadounidenses sobre todo y se les trata muy bien porque vienen con dinero.

También he aprendido un nuevo idioma, el español, lo que me permite conocer más culturas como la sudamericana, china… porque en España hay diferentes nacionalidades, y el idioma nos une y así puedo conocer gente de muchas más culturas con menos dificultad.
Aquí solo me faltaban amigos y los encontré cuando entré en la escuela para aprender español, son muy amables, pero casi todos son marroquís y esto no me ayudará a practicar el idioma. Pero después de apuntarme a la ESO ahora sí puedo decir que tengo amigas y amigos de todo el mundo marroquíes, españoles, ecuatorianos… y que es una excelente experiencia para aprender el idioma y la cultura rápidamente. Y para tener amigos también lo recomiendo.
La primera española que conocí aquí de cerca cuando llegué a España fue mi profesora de lengua Nati. Con ella podía hablar con mis errores lingüísticos sin vergüenza. Ella es una profesora muy inteligente en la forma en que enseña el idioma, especialmente a través de esas conversaciones en la clase con varios temas muy interesantes.
También nos enseñó la gramática básica en 3 meses lo que puede costar en otras clases aprender en años y eso me ayudó mucho a aprender en casa también y me pude matricular en la ESO fácilmente. Realmente se lo agradezco mucho. Mis comunicaciones con Nati y ahora con los profesores y los alumnos de la ESO don un gran impacto en cambiar mi visión del otro: españoles, sudamericanos, etcétera.
Al principio, en los primeros meses de estar aquí tenía miedo de hablar con alguien, y que alguien hablara conmigo. Es que pensé que éramos muy diferentes y a veces sentía que yo era menos, porque no había hablado con ellos y además como llevo pañuelo me sentía diferente y a veces me miran de una manera que no me gusta.
Pero como dice una cita árabe: El ser humano es enemigo de todo lo que no conoce. Seguro que cuando nos conocemos más entre nosotros, nos quitamos el miedo o la extrañeza del uno al otro.
Finalmente no puedo decir que la vida en España es un paraíso pero tampoco es un infierno, no es así. Cada país tiene sus aspectos negativos y positivos y tenemos que disfrutar de la vida y siempre seguir adelante donde quiera que estemos y siempre debemos buscar mejorar.
Por lo tanto si encontrara progreso en mi vida aquí me quedaría y si encontrara lo que sueño en Marruecos o cualquier otro país definitivamente me iría allí.