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Ciudadanía e interculturalidad, ¿cómo afrontar los retos del siglo XXI en Europa?

María Comes Fayos, Valencia.

La Liga de la Educación celebró el pasado 21 y 22 de noviembre en la Universidad de Valencia dos actos en los que llevó a debate la migración en el contexto escolar español y los retos en Europa en relación a la educación y la inclusión.

La Liga de la Educación celebró el día 22 de noviembre en la Facultat de Filosofia i Ciències de l’Educació la jornada Los retos de la interculturalidad, la educación y la ciudadanía en el S. XXI. ¿Hacia qué Europa nos dirigimos?, un acto en el que se abrió un debate en torno a la ciudadanía, a la interculturalidad y al papel de la comunidad educativa en materia de inclusión.

“Debe prevalecer el concepto de ciudadanía sobre el concepto de identidad, ya que esta última es un asunto de cada persona que se puede y se debe elegir libremente. En cambio, la ciudadanía es elemento común y esencial. Es la que nos permite ser participes reales en la sociedad”, señaló Victorino Mayoral, presidente de la Liga de la Educación durante la inauguración de esta segunda jornada. Además, Mayoral citó al filósofo polaco Zygmunt Bauman, quien apuntaba que los migrantes son una de las partes más débiles y desprotegidas de la sociedad. “Son víctimas de los nacionalismo identitarios, de los muros y de los mitos, de la precarización, de la exclusión social, de la insolidaridad y de una desigualdad creciente. Es necesario, pues, asegurarles acciones y políticas europeas de inclusión para que sean ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho”, concluyó el presidente de la ONG.

Le acompañaban en la mesa de presentación Lucie Susova, coordinadora técnica del Foro de Educación de SOLIDAR y Luis Miguel Lázaro, de la Sociedad Española de Educación Comparada (Departament d’educació comparada e història de l’educació). La primera apuntó que la educación gratuita y de calidad es un derecho a la que todas las personas deben tener acceso. “Es necesario ampliar la inversión pública, es necesario que sea constante, ya que la educación es un bien común”, apunto Susova, que añadió que se debía invertir en profesores y en sistema para ganar y mejorar en educación intercultural. Por su parte, Lázaro recordó que es el sistema educativo el que aporta y el que crea ciudadanos/as y añadió que la escuela es el lugar donde desarrollar las acciones básicas para hacer esto posible. “Siempre contando con la comunidad educativa, por supuesto”, puntualizó. Y señaló como un dato muy positivo que de 2009 a 2016 se había incrementado la conciencia de educación ciudadana.

Buenas prácticas educativas de inclusión

Tras el debate inicial, le llegó el turno a Sonia Ortega, coordinadora del área de Interculturalidad e Inmigración de la Liga, que presentó el proyecto Identificación, recogida e Intercambio de experiencias de calidad y buenas prácticas (BBPP),cofinanciado por el Fondo de Asilo, Migración e Integración y la Secretaría General de Inmigración y Emigración, dependiente del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Se presentó además el libro en el que se habían recogido las 23 buenas prácticas seleccionadas por el proyecto en materia de educación e inclusión. Ortega aseguró que gracias a la iniciativa habían podido comprobar que existe un mayor conocimiento de los recursos que ofrecen las ONGs, que se había visibilizado el trabajo de las organizaciones y que, además, se había mejorado el conocimiento de las propias culturas. “Gracias a estas prácticas construimos ciudadanos y ciudadanas que, además de saber matemáticas, saben también de ética y valores”, recalcó.

Tras su intervención, Juan Ramón Lagunilla, secretario general de la Liga de la Educación, moderó una mesa redonda, en la que participaron Elena Navarro, responsable del área de Educación en Movimiento por la Paz y portavoz de SOLIDAR, Xose Manuel Souto, coordinador de Gea-Clio (Departament de Didáctica de les Ciéncies Experimentals i socials) y Edurne Grau, coordinadora de la Fundación CIVES. Esta último lanzó una reflexión al público: ¿cómo se podían trabajar en la escuela los conceptos de convivencia y ciudadanía si ni siquiera se daban horas para enseñar educación para la ciudadanía democrática en los centros? Puso varios ejemplos del fracaso de la inclusión a nivel europeo, sobre todo en materia de inmigración musulmana. “Y aun así, muchas noticias dicen que la inmigración es positiva no solo en materia de riqueza y diversidad cultural, también es buena para la economía”, señaló. Grau terminó con positivismo. Aseguró que es cierto que hay mucho por hacer en educación y en políticas educativas, pero también que “somos muchos más los tolerantes y los que respetamos y valoramos la diversidad y que es en ese sentido en el que se deben enfocar las acciones”.

Xose Manuel Souto abordó cómo los obstáculos para la convivencia se pueden hacer frente en la escuela si se tienen las herramientas intelectuales necesarias para avanzar. “Hay que atreverse, hay que traspasar el análisis y actuar e interpretar el currículo escolar en clase. Si nos saltamos los corsés y construimos un espacio público educativo, estaremos construyendo ciudadanía. Es la única manera de entender la defensa de la escuela pública. Y es una de las maneras de construir y enseñar interculturalidad”, dijo.

Elena Navarro añadió que la empatía es la mejor medicina contra la xenofobia. “Tenemos que poner en marcha acciones que desmonten estereotipos y prejuicios. Es necesario retomar la cultura y formación democrática básica”, apuntó y declaró que para hacerlo es necesario educar en dignidad, Derechos Humanos y valores constitucionales. Además, como señaló Navarro, hay que desarrollar el pensamiento crítico, incorporar el principio de igualdad entre hombre y mujer e incentivar la participación de la escuela y comunidad social.

El acto terminó con un debate abierto al público, moderado por Paula Jardón, vicedecana de Relaciones Internacionales y prácticum (Departament de didàctica i organització escolar).