Presentación
La Liga Española de la Educación y la Cultura Popular es una ONG independiente y laica creada en 1986.
Está formada por una red de personas voluntarias y profesionales de la educación que trabajan por la una sociedad más solidaria, laica y participativa a través de una educación cívica de jóvenes y adultos basada en valores democráticos y en los Derechos Humanos.
A través de programas de intervención socioeducativa y sociocultural en sectores prioritarios como son la infancia, la familia, la juventud, la inmigración, la formación para el empleo, la escuela pública, voluntariado, igualdad o la cooperación internacional, la Liga llega cada año de manera directa e indirecta a más de 200.000 personas.
Somos un movimiento educativo, cultural y social de carácter federativo. Trabajamos a nivel local, regional, provincial y estatal. Contamos con ligas federadas que tienen autonomía para ejecutar las iniciativas que todos compartimos. Así se expresa en el artículo 2, punto 3 de nuestros Estatutos: “Sin perjuicio del campo de actuación que corresponde a las asociaciones federadas, la Federación orientará la acción de las mismas y dictará las normas para mantener la unidad de criterios y la proyección exterior, y aprobará las líneas y programas a las que habrán de acomodarse, a efectos de mantener la unidad de principios, de criterios, de acción, de organización y de imagen y actuación social”.
Trabajamos y colaboramos con las tres administraciones: la administración local, la autonómica y la del Estado. Y somos especialistas en iniciativas locales propias de nuestros campos de acción, colaborando con muchos Ayuntamientos para la creación, prestación y gestión de servicios a los ciudadanos.
La laicidad, la solidaridad y la ciudadanía son los tres pilares que nos sirven de guía para desarrollar las acciones que dirigimos a colectivos en riesgo de exclusión social, tanto en zonas rurales como urbanas, con quienes cooperamos para favorecer el desarrollo local.
Nuestro objetivo es facilitar que esta tenga las mismas oportunidades que el resto, y que los factores económicos y sociales no sean un obstáculo para el pleno ejercicio de sus derechos.

https://www.facebook.com/Ligaeducacion/videos/1140139469370518/
Vídeo realizado en 2016, con motivo del 30 aniversario de la Liga.
Visión y valores
La Liga es una organización de militancia social que nació para promover valores cívicos y democráticos y para impulsar una ética laica común y compartida entre personas de diferentes creencias y culturas.
Somos una organización con afanes de transformación y progreso humano y social, en los que la educación cívica y la cultura al servicio del pueblo se sitúan como condición imprescindible para liberar a las personas y abrirles la senda de la conquista de los Derechos Humanos y de la democracia como sistema de vida y de gobierno.
Nuestras raíces se encuentran en el marco del movimiento reformista, ilustrado, progresista, modernizador y laico que vivió la sociedad española durante el último tercio del siglo XIX y parte del XX. La Liga de la Educación formaba parte de un movimiento histórico que, desde finales del siglo XIX, promocionó la idea ilustrada de la educación como “condición imprescindible para el progreso humano en su lucha contra la superstición y la ignorancia que tenían reducida a la especie humana a una situación de permanente minoría de edad” (Kant). Ese movimiento también defendió que solo una escuela pública, gratuita y laica haría posible ese derecho para todo el pueblo. Esta es la herencia que hemos recibido y que queremos desarrollar conforme a las exigencias de nuestros tiempos.
La educación, nuestra prioridad.
Luchamos para que el derecho de todas las personas a la educación sea una realidad. Podemos contribuir a ello, pese a que no tengamos la responsabilidad institucional que obliga a los poderes públicos a intervenir para garantizar este derecho. Efectivamente, la educación no es responsabilidad sólo del Estado y de la escuela, porque estas dos instituciones no pueden lograr los fines que les corresponden sin el aliento, la contribución y la participación del resto de los agentes sociales relacionados con el sistema educativo.
Este derecho fundamental no consiste solamente en disponer de una plaza escolar, pública gratuita y de calidad – lo cual consideramos como la condición de partida insustituible-, sino en lograr también el éxito escolar, cuestión todavía más compleja. Sabemos que el sistema educativo de una sociedad desigual como la nuestra contiene factores importantes de discriminación. Favorece a los favorecidos y ofrece escasas posibilidades a los desfavorecidos, que son habitualmente los que experimentan el fracaso escolar. Esta situación no termina en la escuela, porque al salir de ella el destino laboral, profesional y social queda definitivamente sentenciado para la inmensa mayoría.