Cómo apoyar al alumnado que no domina la lengua de la escuela

Si alcanzar el dominio de una segunda lengua requiere un aprendizaje a lo largo varios cursos, no podemos condicionar la integración del alumno alófono en su grupo a que sea lingüísticamente competente en la L2.

Todo alumno que se incorpora a un centro por vez primera debe tener la oportunidad de interactuar con sus iguales y participar en el currículo.

Somos partidarios de la incorporación temprana en el grupo de referencia, simultánea al establecimiento y aplicación de un plan sistemático, intensivo y progresivo de aprendizaje de la lengua vehicular, una de cuyas condiciones necesarias es precisamente la interacción verbal con sus hablantes.

Para este fin, proponemos medidas como las siguientes:

  • El apoyo lingüístico a los alumnos que no dominan la lengua de la escuela debe ser: especializado: se trata de enseñar una segunda lengua a alguien que ya posee su lengua familiar. No se trata de alfabetizarle por primera vez y, por tanto, debe ser llevada a cabo por docentes especializados en la enseñanza de español (castellano, catalán, euskera o gallego, en cada caso) como L2; progresivo: no es suficiente con una actuación intensiva durante el primer semestre o el primer año de su escolarización. El objetivo debe ser que adquiera la competencia académica -no sólo conversacional- en la lengua de acogida, cuyo dominio requiere varios años; extensivo: no limitado a las sesiones específicas, sino como un objetivo prioritario de toda la actividad escolar y asumido por todo el colectivo docente, complementariamente a la tarea del especialista de apoyo; complementario: no limitado al horario escolar sino impartido, además, en clases y actividades complementarias (actividades de refuerzo, salidas de fin de semana y campamentos, clases extraescolares, etc.).
  • Designación de un tutor-compañero de su misma lengua (que ya domine la lengua vehicular) que actúe como intérprete.
  • Producción de compendios o epítomes de unidades didácticas y materiales de trabajo en los idiomas de los alumnos extranjeros. Para ello puede recabarse la colaboración de los servicios oficiales de traductores y las asociaciones de inmigrantes.
  • Implantar una bolsa de conversación entre el alumnado voluntario autóctono y el extranjero alófono en momentos tanto lectivos como extra-escolares.
  • Fomentar el plurilingüismo en la comunidad escolar, invitando a los miembros extranjeros y a sus asociaciones a enseñar su idioma, como ya se viene haciendo en algunos centros con la colaboración de las comunidades china, marroquí y rumana.

 

 


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